Mi objetivo como artista visual es crear imágenes y series de ellas potentes, poderosas, y progresar en ese empeño. A tal fin me empleo en producir con deliberación muchas imágenes, en intentar provocar en mi mismo procesos creativos y en reflexionar practicamente a tiempo completo sobre todo ello.
Mi trabajo me va llevando a diferentes conclusiones y resultados. Y cuando miro para atrás, dudo que vaya trazando una línea coherente. Seguramente, no. Esto me da que pensar. Anhelamos la coherencia porque nos proporciona confort, pero no veo que el mundo, la vida, las personas, seamos coherentes…
En suma, me valgo de este medio para expresar y describir algunas de mis inquietudes y también para mostrar ciertas peculiaridades de su lenguaje. Al mismo tiempo, persigo la belleza, a la que considero un bien deseable en sí mismo.
De la fotografía me interesa, y mucho, su carácter fragmentario en lo temporal y en lo espacial. La posibilidad que me brinda de “agarrar un cacho” de la realidad en un momento y lugar dados y reproducirla a mi antojo. Y así, mostrar lo que yo quiero y como quiero. Porque, si bien tendemos a creer que la fotografía reproduce la realidad de forma fiel aunque quizás limitada, eso no deja de ser una falacia casi siempre.
¿Qué pinta el espectador en todo este proceso? Pretendo que al contemplar mis obras les de el sentido e interpretación que quiera o se le antoje, algo por otra parte inevitable. Y si se ve en la necesidad de volver sobre ellas, de pensarlas, de remirarlas, como a mí me suele ocurrir, habré establecido una conexión para mí muy valiosa.
Cano Erhardt
2018